Crítica: Porfirio, radiografía de un hombre lisiado que vive en un pueblo del Amazonas
Todo el dolor de la dependencia
‘Porfirio’. Coproducida entre Colombia, Argentina, Uruguay y España, 2011. Dirección: Alejandro Landes. Guión: Alejandro Landes y Ezequiel Schmoller y Mateo Ingouville. Fotografía: Thimios Bakatakis. Actores: Porfirio Ramírez, Jarlinsson Ramírez Reinoso y Yor Jasbleidy Santos Torres. Presenta: Primer plano. Duración: 103 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.
Porfirio se gana la vida vendiendo minutos de celular, en Florencia, un pueblo cerca del Amazonas. Tiene dos hijos, su mujer lo abandonó y a veces tiene sexo con una joven vecina, que es madre soltera.
Porfirio se mueve en silla de ruedas, a raíz de un tiro que recibió en la columna, sus piernas quedaron inmovilizadas y su hijo tiene que ayudarlo hasta para higienizarse. Pero el hombre tiene una gran
vitalidad y energía, aunque a veces cuando está solo llora, porque su realidad se le vuelve horrorosa al tener que depender de los otros constantemente.
PERSONAJE REAL
La película del brasileño Alejandro Landes es una docu-ficción, porque emplea a un personaje real y lo filma en situaciones que de uno u otro modo tienen un guión detrás, que se ‘dibujó’ extrayendo algunos de los momentos más esenciales que forman parte de la vida cotidiana de Porfirio Ramírez (Colombia, 1955).
¿Por qué el director se interesó por este personaje? Debido a que en 2005 leyó una noticia en un diario,
en la que se comentaba que un discapacitado secuestró un avión rumbo a Bogotá. Tres meses después el cineasta golpeó la puerta de la casa de Porfirio y con el correr de los años, lo convenció de que él mismo fuera el protagonista de una película sobre su vida.
La cámara de Landes sigue a Porfirió desde sus situaciones más íntimas, hasta que él mismo corre calle abajo en su silla de ruedas, para ver si su abogado tiene alguna novedad sobre su expediente, en el que solicita una pensión al gobierno.
Porfirio además de dejar que los días transcurran observando a la gente pasar por la puerta de su casa, compone baladas y muy bellas, con las que le gustaría editar un cd.
TRAS UNA PENSION
El filme de Alejandro Landes, por momentos resulta hermético, se quisiera saber algo más de ese personaje, de su localidad cercana al Amazonas. Pero no. La cámara se ‘pega’ a Porfirio y no lo deja. A su vez, el realizador hace su propia interpretación de lo que significa el cuerpo para ese hombre que no puede caminar y que de algún modo ve vedada su intimidad, porque siempre está dependiendo de su hijo, o de la joven vecina.
Es muy buena la actuación del verdadero Porfirio Ramírez frente a la cámara, ante la que pierde todo pudor y exhibe una simpática y casi ingenua espontaneidad, lo mismo ocurre con su hijo Jarlinsson Ramírez Reinoso.
Calificación: Buena