Destacó que desde 2003 "se han hecho muchas cosas" para mejorar el transporte,
Cristina reconoció que "no se viaja adecuadamente" en tren
"Mi padre fue colectivero así que sé perfectamente de qué se trata viajar en transporte público", dijo. Fernández recordó, además, las imágenes de las estaciones de Once y de Constitución "prácticamente abandonadas" al destacar que "las remodelamos" durante la gestión kirchnerista.
La presidente Cristina Fernández reconoció hoy que "muchas veces no se viaja del todo adecuadamente", pero destacó que desde 2003 "se han hecho muchas cosas" para mejorar el transporte, a un mes y una semana de la tragedia de Once que provocó 51 muertos y 703 heridos.
"No quiero decir con esto que está todo bien, que está todo perfecto y que están todas las cosas hechas, faltan muchas cosas por hacer, pero se han hecho muchas cosas después de décadas de abandono", aseveró.
La primera mandataria habló sobre el traspaso del subte y los colectivos a la Ciudad en un acto durante el cual también reivindicó la política oficial en materia de servicios de transporte.
"Mi padre fue colectivero así que sé perfectamente de qué se trata viajar en transporte público", dijo.
Fernández recordó, además, las imágenes de las estaciones de Once y de Constitución "prácticamente abandonadas" al destacar que "las remodelamos" durante la gestión kirchnerista.
La jefa de Estado también fundamentó sus apreciaciones en su experiencia como usuaria: "He viajado en colectivo, en subte; he viajado más en tren porque los platenses viajábamos más en tren cuando veníamos a Buenos Aires y adentro de la ciudad, en colectivo".
"Tal vez algunos otros que han tenido más suerte en la vida y han tenido una familia más adinerada no han hecho uso del transporte público, pero yo he hecho uso del transporte público y puedo decir que realmente muchas veces no se viaja del todo adecuadamente", subrayó.
No obstante, la presidenta dijo que "si uno compara la cantidad de gente y la calidad de los servicios al año 2003, bastaría ver nada más lo que era" el estado de estaciones ferroviarias como las de Once o Constitución, para observar las mejoras realizadas.
Las afirmaciones de la jefa de Estado contrastan con el millar de denuncias de usuarios del ferrocarril Sarmiento que el fiscal federal Federico Delgado entregó hace una semana al juez federal Claudio Bonadio, a cargo de la investigación por la tragedia de Once.
En ese material aportado a la causa, los usuarios dieron cuenta de denuncias efectuadas desde 2007 y que, según dijeron, permitirán corroborar "un proceso de deterioro gradual del servicio" ferroviario.
El fiscal aseguró que en el trabajo "se expusieron las pésimas condiciones del servicio público" y precisó que la mayoría de los reclamos están vinculados con la falta de personal de seguridad, guardabarreras en los pasos a nivel, y mantenimiento.
También con problemas en la señalización e iluminación en vías, vagones y estaciones, y la carencia de plan de emergencia ante interrupción del servicio. En la causa se investiga la muerte de 51 personas y las heridas que sufrieron otras 703 cuando un ferrocarril del ramal Sarmiento chocó el 22 de febrero pasado contra los paragolpes de la estación de Once.
En el expediente está imputado el maquinista de la formación, Marcos Antonio Córdoba, quien declaró que le fallaron los frenos.
El juez ordenó una pericia para determinar el estado de funcionamiento del tren y otro estudio contable sobre los subsidios que recibió la empresa Trenes de Buenos Aires para determinar en qué fueron utilizados.
El fiscal Delgado pidió que también se determine si los subsidios fueron girados a empresas de transporte de Sergio Cirigiliano en Estados Unidos y Canadá.