Crítica: "Rita y Li", una lograda historia de solidaridad, con buenas actuaciones
Emotivo relato sobre la inmigración
Ficha técnica:
"Rita y Li". Argentina, 2010. Dirección y guión: Francisco D"Intino. Fotografía: Atilio Perín. Música: Marcelo y Gerónimo Piazza. Actores: Julieta Ortega, Miki Kawashima, Juan Palomino, Antonio Birabent, Juan Manuel Tenuta y Enrique Dumont. Presenta: Malevo Films. Duración: 87 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.
Una historia de amistad y solidaridad, es la que propone el director y guionista Francisco D"Intino, en este filme que detalla las dificultades cotidianas que se ven obligadas a enfrentar dos mujeres solas.
Ellas son Rita y Li, la primera es una inmigrante paraguaya, que dejó a su hija de seis años y a su familia en su país natal y viajó a tentar suerte a la Argentina. La otra es de origen chino y tiene varios años de radicación y un pasado trágico, que remite al momento en que ella y su marido tenían un supermercado y durante la crisis de 2001, unos delincuentes les robaron el negocio y terminaron matando al hombre.
CAJAS MISTERIOSAS
Li que queda sola, es ayudada por un policía, dueño de un lavadero, que le da trabajo en ese negocio, a la vez que, igual que a la joven paraguaya, les retiene sus papeles, prometiéndoles que se encargará de conseguirles los documentos necesarios para que pueden moverse con libertad en la ciudad.
Si bien las mujeres perciben que algo no está bien en la historia del dueño del lavadero, que esconde varias cajas misteriosas en el fondo del local, más tarde todo se esclarecerá y terminarán viviendo una situación dolorosa, que modificará sus vidas.
Filmada en la provincia de Santa Fe, la película describe muy bien la relación con los vecinos, la amistad que va creciendo entre ambas mujeres y la dedicación a ese negocio, que consideran como propio.
EMOCIONES SUTILES
D"Intino se permite ahondar en emociones sutiles, que llegan al espectador, a través de silencios, de miradas, en los personajes, de relatarse una a la otra sus pequeñas historias de vida.
Si bien el director no profundiza en situaciones como la inseguridad, la corrupción, la explotación a la inmigración, sobrevuela esos temas y lo hace con líneas simples y precisas, a la vez que le impone al relato un final, si se quiere poético, pero no demasiado inverosimil.
Sin pretender ser una historia social, el filme transmite una poética de fraternidad, en la que se destacan con magníficos logros interpretativos, Julieta Ortega y Miki Kawashima. Junto a ellas, en buenas actuaciones, se ubican Antonio Birabent, Juan Manuel Tenuta y Juan Palomino.
Calificación: Buena