La Jefa de Estado participó junto a su esposo del Tedéum en la basílica de Luján
Ante la Presidenta, el arzobispo de Luján exhortó a defender a cualquier costo la unidad nacional
"El Bicentenario es una oportunidad única para promover una mayor fidelidad a la democracia, ya que es la única que puede garantizar la igualdad y los derechos de todos", aseveró monseñor Agustín Radrizzani.
Luján - El arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, exhortó hoy a defender "a cualquier costo" el bien común y la unidad nacional, y reclamó también "un nuevo proyecto de país" fundado en valores "sólidos y verdaderos" que hagan posible "un justo y solidario desarrollo de la Argentina".
Delante de la presidenta Cristina Fernández, mandatarios extranjeros y demás autoridades nacionales, el prelado suplicó por "una justicia más efectiva, una mejor y más equitativa distribución de la riqueza, y una mayor independencia de los poderes republicanos".
"El Bicentenario es una oportunidad única para promover una mayor fidelidad a la democracia, ya que es la única que puede garantizar la igualdad y los derechos de todos", aseveró.
Monseñor Radrizzani pronunció el tedeum "oficial" una hora después de que el cardenal Jorge Bergoglio presidió otro oficio religioso en la catedral de Buenos Aires, al que acudieron referentes opositores, entre ellos el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri.
No obstante, el primado argentino se encargó de bajarle el tono a la polémica por los dos tedeum, al destacar como "un hermoso gesto" que las autoridades nacionales hayan ido a rezar por la patria al templo dedicado a la Virgen patrona de la Argentina.
Fernández de Kirchner ingresó en la basílica a las 12.11, en medio de aplausos y agitar de banderas argentinas, mientras una multitud con pancartas partidarias seguía las alternativas del oficioso religioso desde la Plaza Belgrano.
Antes de empezar el Tedéum, el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, leyó un mensaje del papa Benedicto XVI a la Presidenta y al pueblo argentino.
"Expresó vivamente mi afecto y cercanía espiritual a todos los argentinos, a los cuales encomiendo en mis oraciones, pidiendo al Señor que los bendiga abundantemente con la concordia, la paz y la prosperidad", leyó el diplomático que participó de la ceremonia en carácter en "enviado extraordinario" el Pontífice.
En la homilía, Radrizzani recordó, parafraseando el último documento del Episcopado también leído por Bergoglio, que "la Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo".
"Asumir esta misión con espíritu fraterno y solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria", subrayó.
El arzobispo mercedino advirtió además que el Bicentenario es "un desafío insoslayable" para la democracia argentina, y afirmó que el período jubilar 2010-2016 reclama e interpela a "elaborar proyectos políticos, a presentar propuestas sociales y culturales, y a mejorar la calidad de nuestras instituciones".
"Nos debemos un diálogo magnánimo y sereno, que significa abrirnos camino a través de la palabra y para eso debemos escucharnos con respeto y fortalecer el consenso sobre referencias comunes y constantes, más allá de partidismos e intereses personales", aseveró.
También marcó como desafíos "impostergables" el trabajar por una educación para todos, saldar la deuda con los pueblos originarios y promover la igualdad y el desarrollo social, aunque reconoció que "no será tarea fácil incluir a todos".
Radrizzani puso al Bicentenario "en manos" de María de Luján y pidió a Dios "humildad para poder servirte en los pobres, esperanza para superar las dificultades, paciencia para saber construir con generosidad y alegría, hambre y sed de justicia para trabajar por un mundo nuevo, y misericordia para sabernos perdonados".
El arzobispo señaló que "en esta ocasión y ante la globalización mundial debemos fortalecer nuestra integración con los pueblos hermanos y recordar la Patria Grande que soñaron San Martín y Bolívar".
"En nuestra cultura prevelacen valores como la fe y la solidaridad; valores que tienen su origen en Dios y que nos ayuda a avanzar en nuevo proyecto de Nación para hacerla grande y noble", agregó.
En tanto, el enviado del Papa Benedicto XVI, Adriano Bernardini, leyó el mensaje de su Santidad por el Bicentenario en el que señaló: "Expreso vivamente mi afecto y cercanía espiritual a todos los argentinos a los cuales encomiendo en mi oración".
"Pido al Señor que los bendiga a los argentinos con la concordia, la paz y la prosperidad", dice el mensaje del Papa.
Por su parte, el rabino Daniel Goldman invitó a "seguir ejercitando la memoria en nuestra patria para que las generaciones venideras puedan decir con orgullo: al gran pueblo argentino shalom".
El Tedeum concluyó con una oración a cargo de representantes de diversos cultos presentes en el país.