"Todavía hay una salida, pero no la veo cerca", afirmó Zelaya

El depuesto presidente de Hondura, aún confía en que la crisis política que vive su país tenga solución por la vía diplomática, pero no cree que ésta vaya a llegar a corto plazo. Para mañana, Roberto Micheletti, el mandatario "de facto", convocó a un diálogo.

El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, aún confía en que la crisis política que vive su país tenga solución por la vía diplomática, pero no cree que ésta vaya a llegar a corto plazo. Para mañana, Roberto Micheletti, el mandatario "de facto", convocó a un diálogo.

"Creo que todavía hay una salida, pero no la veo cerca", indicó Zelaya a la radio HRN, en comunicación telefónica desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece desde el pasado 21 de septiembre, tres meses después de ser derrocado y enviado a Costa Rica.

Según el diario El Mundo, Zelaya afirmó que el régimen de Micheletti está empecinado "sostenerse a sangre y fuego" aunque haya que "llevar al país a un precipicio".

Además, se mostró convencido de que al no ser restituido como presidente, el proceso en marcha para las elecciones generales del próximo 29 de noviembre estará marcado por la crispación.

"La gente no acepta ir bajo un régimen dictatorial a unas elecciones porque es un fraude", dijo.

"Van a engañar a la gente, van a poner otro presidente y después lo va volver a quitar Micheletti con [el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas] Romeo Vásquez", manifestó. "Eso es inaceptable, así es que la restitución es la única salida".

"Yo soy una solución, yo no soy un problema, yo soy una solución para el pueblo y soy una solución para los mismos dictadores que no hallan qué hacer con esta dictadura", enfatizó Zelaya, quien asumió el poder el 27 de enero de 2006 para un mandato de cuatro años.

El dirigente se mostró pesimista de cara a la reunión convocada por Micheletti con la misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA). Según Zelaya, "el 90%" de esos representantes "se van a ir con las manos vacías".

"Yo he alertado a la comunidad internacional sobre esto y espero que mañana [jueves], si Dios quiere, si Dios les ilumina algo de corazón que les queda, rectifiquen para que no le sigan haciendo daño al país", concluyó.