Una ciudad con un alcalde de 29 años
Una dura reconversión dejó maltrecho el nombre de ciudad del acero de Pittsburgh, pero en 30 años logró reinventarse y convertirse en un enclave dinámico, verde e innovador que busca inspirar desde hoy a los líderes del G-20.
La elección de Pittsburgh, que cuenta con unos 300.000 habitantes y uno de los alcaldes más jóvenes de Estados Unidos, Luke Ravenstahl, de 29 años, no ha sido casualidad.
El propio presidente estadounidense, Barack Obama, la visitó durante su campaña para mostrar el modelo económico que quería para el país.
La ciudad llega a la cumbre convertida en un icono de la transformación económica, una especie de metáfora que podría inspirar a los dirigentes del G-20 a apostar por un desarrollo respetuoso con el medio ambiente, por la innovación y la tecnología.
Pittsburgh siguió este mismo camino. Hace años su centro económico era el acero, hasta el punto de que esta industria era el mayor generador de empleo de la región.
Su caída asoló la ciudad, dejó multitud de factorías derruidas a orillas del río Ohio, casas abandonadas y 120.000 despedidos, lo que supuso una tasa del desempleo del 18,2% en 1983.
Además, le condenó a un futuro incierto, situación comparable a la que podría afrontar Detroit con la reconversión del sector del automóvil.
Hoy el acero vuelve a brillar con luz propia, pero no en la fundición de los altos hornos, sino en el instrumental quirúrgico del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (UPMC), un grupo sanitario que factura 8.000 millones de dólares al año y que se ha convertido en el mayor empleador de la región, con 50.000 trabajadores.
Pero la economía de la ciudad no descansa solo en este sector como en el pasado lo hizo con la metalurgia. Está diversificada, gracias a una estrategia que se ha desarrollado, de manera organizada, durante tres décadas.
Uno de los pilares de su economía son las energías renovables, un campo en el que el Gobierno de Obama aspira a crear millones de puestos de trabajo en todo el país a través del plan de estímulo, que reserva a este sector 60.000 millones de dólares.