En su obra se dedicó a repensar la función del lenguaje

Murió el escritor Nicolás Casullo

El intelectual, de 64 años, desarrolló una crítica cultural que cuestionó los paradigmas de la sociedad contemporánea. En los últimos tiempos había integrado el grupo de personajes de la cultura que apoyó al gobierno frente al conflicto con el campo.

El escritor y docente Nicolás Casullo, que falleció hoy a los 64 años, fue artífice de una obra en la que se dedicó a repensar la función del lenguaje y las palabras además de desarrollar una crítica cultural que cuestionó los paradigmas dominantes de la sociedad contemporánea.

Militante de la palabra, intelectual ligado al reciente grupo Carta Abierta, que defendió los postulados del gobierno de Cristina Kirchner frente al conflicto con el campo, Casullo tuvo un compromiso social y político durante la época de los 70 que lo condujo al exilio. Un compromiso que prosiguió a su regreso al país siempre a través de la discusión, las clases y sus escritos.

En su ultimo libro "Las cuestiones" (2007), "Casullo aborda el tema de la violencia a partir de una carta del filósofo Oscar del Barco que golpeó mucho entre la intelectualidad porque planteaba el "no mataras" como eje de la discusión, un tema que el retoma y desarrolla aún más", recordó hoy el filósofo José Pablo Feinmann.

Este investigador y académico, ganador del Premio Konex 2004 al Ensayo Filosófico, fue un defensor de lo que denominaba la "crítica de la sospecha" o la "crítica radical" encarnada por Jean-Jacques Rousseau, Karl Marx, Sigmund Freud, Friedrich Nietzsche, Georgy Lukacs, Karl Kraus, Theodor Adorno, la Escuela de Frankfurt y gran parte del romanticismo.

Profesor titular e investigador en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de Quilmes de las cátedras "Historia de las ideas modernas", e "Historia del arte"; Casullo dedicó gran parte de su obra a cuestionar las investigaciones académicas acotadas, rutinarias y seriales que, a su criterio, determinaban "la vejez de las antiguas posturas".

Sus numerosos ensayos están centrados en recuperar la memoria, historia y trayectoria de la lógica social, ideológica y política para reponer una crítica cultural que no sólo impulse estudios parciales, sino que cuestione los fundamentos de una sociedad contemporánea globalizada y trasnacionalizada.

Entre éstos se encuentran "Comunicación, la democracia difícil" de 1985; "El debate modernidad-posmodernidad", publicado en 1989; "Viena del 900, la remoción de lo moderno", editado en 1990; e "Itinerarios de la modernidad", de 1994.

También fue autor de los ensayos "París 68, las escrituras y el olvido" (1998); "Modernidad y cultura crítica" (1998); "Sobre la marcha: política y cultura en la Argentina" (2004); y "Pensar entre épocas" (2004).

Casullo -quien se desempeñó como Director de la Maestría de Comunicación y Cultura de la UBA y fue miembro de la Comisión de Doctorado de la Facultad de Ciencias Sociales- dirigió la revista "Pensamiento de los Confines".

Esta revista, lanzada en 2006, contó con la colaboración de amigos y colegas, entre otros, Alejandro Kauffman, Matías Bruera, Ricardo Forster, Héctor Schmucler, Oscar del Barco, Gregorio Kaminsky, Eduardo Gruner y Damián Tabarovsky.

Se trató de una publicación de pensamiento contestatario, que buscaba reponer una mirada crítica, profunda y radicalizada sobre la sociedad actual, que reunía, entre otros textos de Thomas Mann, Gilles Deleuze, Samuel Beckett, Franco Rella y Nicolás Rosa.

Este académico escribió en 1969 su primer novela, titulada "Para hacer el amor en los parques"; tras lo cual le siguieron otras dos; "El frutero de los ojos radiantes" en 1984 y "La cátedra", en 2000.

Quien fuera profesor de Estética, Historia de las Ideas e Historia del Arte en la UBA también apostó en sus trabajos a recuperar la escritura como momento de investigación y de iluminación.

Investigador incansable e inconformista, expresó en sus obras su rechazo y disgusto respecto de cómo se presenta y cómo se discute en la actualidad la condición social, histórica y humana.

Su espíritu inquieto, como lo calificó Feinmann, se extrañara en esas aulas universitarias que Casullo llenó de compromiso y conocimiento, una ausencia que se empezará a presentir desde hoy cuando sus alumnos concurran a la Biblioteca Nacional a despedir al querido maestro.

 

SENSIBLE PERDIDA

La secretaría de Derechos Humanos expresó hoy que el fallecimiento del escritor Nicolás Casullo es una "sensible pérdida para la cultura nacional" y resaltó que dicho intelectual fue "un hombre comprometido con su tiempo" y "un claro defensor de los derechos humanos".

A través de un comunicado la secretaría que preside Eduardo Luis Duhalde, expresó su "profundo pesar" por la muerte de Casullo e hizo llegar sus "más sinceras condolencias a familiares y amigos" del escritor fallecido hoy en esta capital a los 64 años.

"Su muerte es una sensible pérdida por la cultura nacional, que mucho dependía de sus aportes como los realizados en el campo de la memoria", destaca el parte de prensa.

Asimismo remarca que fue un "hombre comprometido con su tiempo, de larga trayectoria" y "un claro defensor de los derechos humanos que sufrió persecuciones por sus firmes posiciones en defensa de la dignidad humana en la búsqueda de un mundo mejor y más igualitario".

Recuerda también que fue "un ensayista meduloso" y un "distinguido" profesor en la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en otras universidades; así como director de la revista "Pensamiento de los Confines".