No hubo colectivos, trenes ni taxis y salieron pocos aviones de cabotaje

Se sintió la falta de transporte

La Capital Federal mostró una soledad dominguera, más aún porque no hubo escolares por la calle, debido a la adhesión de los docentes nucleados en la CTA. Sólo los subtes funcionaron pero con bastante demora.

Con los colectivos guardados, los trenes en las terminales tras la frustrada salida de los jerárquicos al frente de las formaciones, con bancos con cortinas bajas aunque algunos trabajando en su interior, y escasos comercios abiertos, la Capital Federal mostró una soledad dominguera. Más aún porque no hubo escolares por la calle, debido a la adhesión de los docentes nucleados en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), uno de los tres centrales sindicales que convocó al paro. Los colectivos no se vieron en las calles y el paro de los ómnibus fue esta vez una constante no sólo en Buenos Aires sino en la mayoría de las ciudades importantes del país. Los trenes, según habían anunciado las empresas, iban a circular con un diagrama de emergencia, tal cual reclamaba el Gobierno, pero los directivos tuvieron que dar marcha atrás por los cortes de vías que realizaron trabajadores y activistas en las estaciones de Victoria, José León Suárez (línea Mitre), Castelar (Sarmiento) y Villa Lynch (Urquiza). Las terminales de Retiro y Constitución estuvieron desoladas. Apenas si funcionaron con frecuencias aisladas los subtes, una de cuyas líneas, la A, sufrió el incendio de dos vagones. Al respecto, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, no descartó que tenga relación con el paro. Los taxis se hicieron notar muy poco, ya que fue uno de los gremios que con mayor fuerza convocó al paro, y si bien hubo remises, no hubo tanta demanda ni reserva como en otros paros nacionales recientes, lo cual demostró que fue poca la gente que salió de sus casas. Los aviones de cabotaje tuvieron servicios que mermaron entre un 35 y 45 por ciento de los días de actividad normal, mientras que no hubo alteraciones en Ezeiza para las empresas extranjeras. Las escuelas, igual que el jueves, estuvieron desiertas. Totalmente fue el paro en los colegios públicos, y sólo en algunos privados hubo clases. En cuanto a los hospitales, las guardias trabajaron a pleno, al igual que los servicios de ambulancias. Las estaciones de servicio tuvieron escasa actividad, debido a que muchas se desabastecieron antes del comienzo de la huelga a la que se plegaron los camioneros. En tanto que el Palacio de Tribunales permaneció virtualmente desierto, aunque algunos magistrados estuvieron en sus despachos desde hora temprana, pese a no contar con personal para atención al público.