Clinton sufre un desaire en Africa

Sólo 16 de las 19 partes que negociaron el acuerdo de paz para Burundi firmaron ayer un acuerdo de paz en Arusha (norte de Tanzania), en presencia del presidente estadounidense, Bill Clinton, y varios jefes de Estado africanos.

Arusha, Tanzania - En la ceremonia, que se demoró más de ocho horas, no estuvo presente una coalición clave de partidos políticos de la etnia tutsi burundesa, que anunció ayer a la mañana que no rubricaría el acuerdo, ni tampoco los dos principales movimientos armados de la rebelión hutu. La postergación de la firma sorprendió a Clinton en pleno viaje a esta ciudad. El presidente norteamericano, que esperaba un cambio de actitud, se reunió con Mandela e instó a los renegados a aceptar un compromiso. Ofreció la ayuda de su país para hacer frente a una serie de problemas acuciantes, incluyendo el sida. "Si ustedes lo deciden, Estados Unidos y el mundo estarán con ustedes", les dijo. Pero los líderes de la minoría tutsi, que dominan el gobierno y el ejército, se negaron a aceptar el acuerdo propuesto. Mandela, disgustado, los acusó de renegar de su palabra y de desatender "la matanza de gente inocente en Burundi", donde la guerra civil que comenzó hace siete años costó la vida de 200.000 personas. "Están haciendo el juego a los rebeldes (de la etnia mayoritaria hutu), que se niegan a desmovilizar sus fuerzas si no hay garantías de paz", dijo. El gobierno estadounidense, ante la embarazosa situación, prefirió no relacionar la visita del presidente con la firma del acuerdo sino más bien presentarla como un respaldo a la gestión de Mandela, para luego recordar que Clinton seguiría viaje a Egipto.