Volvió a perder el equipo de Piazza

Con el correr del tiempo, indefectiblemente, surge alguna que otra sorpresa. De las gratas o de aquellas que nunca se quiere que aparezcan. Es que, respecto a estas últimas, frente a su repentino arribo al plano de la realidad el equilibrio tan querido se desacomoda. Y si no, habrá que preguntarle a Independiente, que frente a Lanús soportó sus embates en tres ocasiones, perdió su buen caminar por el campo de juego y lo que es peor, agudizó su crisis. El Rojo hizo lo mejor del campeonato hasta la fecha. Aceitó su funcionamiento en los primeros minutos del match y comenzó a hilvanar un circuito interesante por el lado izquierdo de su ataque. Cristian Zárate, Esteban Cambiasso, Gastón Galván y Sebastián Rozental manejaron con criterio la pelota que, a partir de la presión del chileno y de Sebastián Rambert sobre las últimas líneas de Lanús pasaba rápidamente a los pies del perdedor. Pero llegó el primer golpe anímico para el once que dirige Osvaldo Piazza. El local, a los ponchazos, había generado una falta sobre el lado derecho de su ataque. La bruja Alvarez sirvió un centro perfecto sobre el área rival. Zubeldía anticipó a todos e incrustó el balón en la red. Tan injusto como inesperado. A levantar la cuesta, entonces. E Independiente la subió nuevamente. Asimiló el impacto y frente a un rival que no aprovechó el momento para dar el golpe final, Cambiasso y sus huestes nuevamente fueron trasladando el peligro sobre la meta de Burela. Y así fue que, de un córner desde la izquierda, Rozental colocó la pelota en la cabeza del paraguayo Estigarribia y éste puso justicia en el marcador en el final de la primera etapa. El corazón de los de Avellaneda se detendría, por segunda vez, en el inicio del segundo tiempo. Jugada magistral del juvenil Zárate, que alarga para Galván, quien finalmente envía un centro atrás para que el ex Defensa y Justicia lanzará un misil sobre el arco granate. La pelota dio en la mano de Denis Caniza y el árbitro sancionó penal. Era la tarde del recuerdo para Rozental, pero terminó siendo la gloria para Rodrigo Burela, que se arrojó sobre su poste derecho y le desvió el intento al delantero visitante. CAMBIOS CONTRAPRODUCENTES Mas Independiente no se apagó y siguió generando una producción aceptable. Pero, otra sorpresa también, llegaron los cambios. Primero, Guerrero por Rozental y adiós circuito, porque Panchito estuvo muy impreciso. Luego, ya a menos de diez minutos del final, Terkanic por Estigarribia y por allí aparecieron los espacios para Lanús. Lo anticipó el Mago Capria, que dejó mano a mano al Chupa López frente a Passet; y lo definió, minutos más tarde, Juan Fernández con una espectacular media chilena. Lo más justo hubiera sido un empate pero las sorpresas nada entienden de Justicia. Daniel Garjón