Huracán y Talleres se "cayeron" de la cima

Ambos llegaban en condición de puntero y quien ganara se iba a mantener esa posición. Sin embargo, ninguno arriesgó demasiado y así fue que se produjo un triste empate. Astudillo y Avalos -en contra- fueron los goleadores de la fría tarde.

Ni Huracán ni Talleres. Los más perjudicados por el pobrísimo empate que se vio ayer en Parque Patricios fueron los hinchas. Esos estoicos miles de quemeros y ese centenar de tallarines que se atrevieron a desafiar la lluvia y el frío para disfrutar de lo que, imaginaban, sería un buen espectáculo futbolístico. Y claro, ambos equipos habían quedado punteros al cabo de la fecha anterior y tenían la posibilidad de dar alcance a Boca en caso de ganar. Pero, además, sus recientes actuaciones hablaban de un juego prolijo, suficiente para ilusionarse dentro de esta triste realidad del fútbol argentino. Muy poco de eso, sin embargo, se vio en el Tomás Ducó. Y no sólo por ese campo de juego inundado al que técnicos y jugadores insistieron en echarle la culpa en sus declaraciones de vestuario. También, sin dudas, influyó en lo malo del partido la conformidad de ambos con el puntito, que quedó plenamente evidenciada en un final poco menos que insoportable. Aunque antes ya estaba muy claro que lo importante para los dos pasaba por cuidar el cero en el arco propio antes que por atacar. Y así, la tarde se fue diluyendo en un mar de rechazos e imprecisiones, en el que solamente sobresalieron las defensas por cumplir bien con su cometido. Poco, muy poco fue de hecho lo que pudieron hacer los encargados de crear juego ante la buena marca a que fueron sometidos y un campo que, evidentemente, conspiraba contra las intenciones de cualquiera de tratar bien la pelota. Aunque, así y todo, ya desde un comienzo pudo notarse una mayor comodidad en Talleres para llegar tocando, con esa intención de jugarla al ras del piso que su técnico mostraba en sus épocas de jugador con la ocho de River. Por eso, no extrañó demasiado que, a los 18 minutos, un centro de Albornos que Astudillo cabeceó solo en plena área se transformara en el 1-0. HINCHAS Y HEROES Tocado en su orgullo, Huracán comenzó a suplir con fuerza y las muy buenas escaladas de Graieb por su punta su falta de ideas. Pero tuvo que desviarse la pelota en Avalos luego de un córner para que, sobre el final del primer tiempo, el Globo llegara al empate. Ya a comienzos del complemento, la ausencia por lesión de Astudillo y una mayor decisión de los locales hicieron esperanzar a los sufridos hinchas quemeros con el 2-1, que estuvo a punto de llegar en un remate de Graieb y un pase de Soto a Luis González que Cuenca conjuró bien. Pero el cansancio y el miedo a perder pudo más. Y así, ambos terminaron echando por la borda lo poco bueno que habían hecho. Porque, en la tarde de Patricios, los únicos héroes verdaderos fueron los hinchas. Esteban Bekerman